"Decía siempre la mar. A veces los que la quieren hablan mal de ella, pero lo hacen siempre como si fuera una mujer. Algunos de los pescadores más jóvenes (...) empleaban el articulo masculino, le llamaban el mar. Hablaban del mar como un contendiente o un lugar, o aun un enemigo. Pero el viejo lo concebía siempre como perteneciente al genero femenino y como algo que concedía o negaba grandes favores, y si hacía cosas perversas y terribles era porque no podía remediarlo. La luna, pensaba, le afectaba lo mismo que a una mujer."
Extraido de El viejo y el Mar
Ernest Hemingway
sábado, 20 de junio de 2009
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